Este Viernes 25 de Julio se realizará un nuevo encuentro de los “Viernes de Cine” en la sala mayor del Centro Cultural de Necochea.
Cierra el mes de Julio con una sonrisa: Noche de Comedias Argentinas.
A las 20.00 hs: EL ASCENSO Y CAÍDA DE ZARA ZILVERSTEIN (2024) de Brian Kazez – Cortometraje de 19 minutos.
Divertido cortometraje con las actuaciones de Inés Efro, Julieta Zylberberg y Paola Barrientos.
A las 20.30 hs: EL AFFAIRE MIU MIU (2024) de Laura Citarella.
Mediometraje de 30 minutos
Sinopsis: Llega a Trenque Lauquen, para un evento promocional de Miu Miu, La Caterina, una joven modelo italiana recibida por los lugareños como si fuera “La Reina de Inglaterra”. A las pocas horas, el visitante desaparece de forma inesperada, aunque empiezan a aparecer pistas… que despistan: ¿Huyó, fue secuestrada, es parte de un engaño o entra a jugar incluso elementos sobrenaturales en el asunto?
Citarella (Ostende, Trenque lauquen), con su equipo de técnicos e intérpretes habituales, consigue en pocos minutos no solo construir un universo con reglas propias sino plantear también un misterio y ofrecer distintas posibilidades sin jamás apartarse de su impronta, del sello de un cine orgullosamente lúdico y alegremente personal.
Con las actuaciones de: Verónica Llinás, Laura Paredes y Rafael Spregelburd
A las 21.00 hs: SALÓN DE UÑAS (2024) de Gonzalo García Pelayo.
Largometraje de 65 minutos
Sinopsis: Santiago y Amelia Luisa comparten la vida en su matrimonio y también la responsabilidad de llevar adelante un salón de uñas. La cotidianidad del local (y de la pareja) se verá extrañamente conmocionada cuando un nuevo cliente solicita los servicios de manicuría.
Salón de uñas es una comedia con un guion perfectamente estructurado (capaz de narrar toda la historia en solo ¡¡¡12 secuencias!!!) y con unos personajes primorosamente elaborados e impregnados de una ironía tan delicada como entrañable. Un mecanismo de relojería preciso y eficaz que cumple sus objetivos sin incurrir ni en subrayados innecesarios ni en la acumulación excesiva de gags ni en la búsqueda de la carcajada estridente sino, más bien, de la sonrisa amable y cómplice.
Gonzalo García Pelayo tiene la habilidad de realizar una comedia (aparentemente) espontánea, fresca y divertida que, al mismo tiempo que nos hace sonreír, nos dejará pensar sobre nuestras vidas y sobre los subterfugios que nos buscamos para no afrontar los verdaderos problemas que nos afectan y eludir las soluciones.